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martes, 7 de junio de 2011

La felicidad está en los otros

Cuando creé este blog, una de las condiciones que me impuse fue no tratar temas del “Sálvame Deluxe” de la Política. No quería entrar en los conflictos diarios de los partidos, y no porque no sean importantes, sino porque de eso ya se ocupan la inmensa mayoría de los medios. En  todo caso, en los dos últimos post la indignación me pudo.

Para recuperar viejas costumbres, hoy os traigo un informe que ha elaborado la OCDE sobre El Bienestar en los países miembros de la Organización. Lo que pretende este estudio es medir las condiciones de vida de la gente más allá de los clásicos indicadores macroeconómicos (PIB, renta per cápita…). Algo parecido lleva haciendo la ONU con el Índice de Desarrollo Humano desde 1990 (por cierto, que Sarkozy pretendió “inventarlo” 20 años después). En ambos casos, la idea pasa por ponderar datos económicos con otros de carácter social.

En el informe de la OCDE, se analiza la riqueza financiera y real de las familias, la tasa de población con empleo así como las horas que se trabajan, las condiciones de espacio y sanitarias de los hogares, la expectativa de vida y el tiempo dedicado a la salud, la calidad del medio ambiente, el nivel educacional de la población, la seguridad, y dos indicadores sobre las relaciones interpersonales: el porcentaje de personas que cada semana se socializan con amigos o conocidos, y la tasa de población que tiene gente alrededor en la que puede confiar.














Gráfico 1. Porcentaje de población que tiene alguien en quien confiar. Fuente OCDE 

Estas dos últimas clasificaciones son bastante subjetivas y a más de uno le pueden parecer una tontería, pero lo que es indiscutible es que miden el grado de respaldo que el ciudadano medio percibe en los que le rodean. Por tanto, sí, es verdad, esto no mide nada tangible, solamente un estado de ánimo ¿pero no es la felicidad precisamente eso?




Gráfico 2. Valoración de 0 a 10 del nivel de Bienestar. Fuente OCDE


Termino con el último indicador del estudio, el Cantril Ladder, cuyo gráfico podéis ver más arribaEs una media del grado de satisfacción  con que la población valora su vida, siendo 0 una existencia mísera y 10 la felicidad plena. El caso es que viendo los dos gráficos que se han mostrado, es fácil deducir que los países donde las personas tienen gente en la que confiar, se da un mayor grado de satisfacción. Entonces: ¿La confianza genera felicidad, es lo contrario o volvemos a confundir el marco de referencia? Yo me inclino por lo tercero. Las relaciones humanas no se dan en el vacío, requieren una superestructura (El Estado) que garantice lo básico a los ciudadanos. Una vez eso cubierto, pues nos tomamos unas cañas este viernes al salir de trabajar, porque tengo trabajo, descanso el fin de semana, la cerveza cumple con las condiciones higiénicas adecuadas y el lunes sé que todo seguirá igual. 









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