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lunes, 13 de junio de 2011

¿En qué momento se había jodido el Perú?

“¿En qué momento se había jodido el Perú?” se pregunta pensativo Zavalita, el protagonista de “Conversaciones en la Catedral”, una de las mejores novelas de Mario Vargas Llosa. He escuchado infinidad de veces esta pregunta, que sin buscar respuesta, quiere mostrar la melancolía de lo perdido, de lo que se desvaneció o nos quitaron.

Para la Izquierda Española la pregunta también es un lamento, pero está lejos de ser retórica, tiene una respuesta clara: 12 de mayo de 2010. El relato de qué pasó ya es público, mejor dicho, ya ha sido publicado. Las dudas se nos despiertan en el por qué y el para qué: en las causas y consecuencias de aquel día aciago.

La víspera del día de autos, el 11 de mayo, dimitió Gordon Brown como Primer Ministro del Reino Unido. Hasta entonces  se mantenía cierto equilibrio de fuerzas entre conservadores y socialdemócratas en Europa. La derrota de los laboristas ingleses dejó a España como único país importante con gobierno de izquierdas. Creo que el por qué queda meridianamente aclarado.

Sobre el para qué: La reducción del déficit es la excusa, que como todas las excusas es cierta pero no es esencial. La prima de riesgo de España era mucho más baja con el déficit al 11,5% que ahora al 8% (es decir, cuando pedíamos más, pagábamos menos por coger prestado), y la mejora de este último dato, ha sido, más por el aumento de los ingresos, que por los recortes de mayo. Entonces si el para qué oficial no es importante ¿Cuál es?

Pues otra vez, ser ellos quienes esriben El Relato. Justo en el momento en que los conservadores se hacen hegemónicos, inundan los medios con la consigna de la austeridad. La idea que les mueve es que todos percibamos que aquello que ellos hacen mejor, es lo mejor para salir de esta crisis.

Ante la disyuntiva de qué hacer ante unos servicios sociales deficitarios, nadie plantea la falta de ingresos como explicación al problema. La cacofonía de lo público como algo ineficaz hace que todos invoquen (hasta sus mayores beneficiarios) al mismo Dios Salvador: El Recorte. 


P.S.   Una prueba del éxito de lo emprendido hace un año, ha sido que la palabra austeridad fue la más repetida en los discursos de investidura de los alcaldes de este fin de semana.

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