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martes, 24 de mayo de 2011

Lo Público, lo que es, lo que era y lo que debemos hacer que sea

Creo que fue ayer en la SER donde escuché a un chico, de los acampados en Sol, plantear alguna de las propuestas, que según él, se han debatido en las múltiples asambleas celebradas desde hace ya una semana. Casi todas ellas pasaban, como la creación de una banca pública, por que  el Estado tome más protagonismo en el tejido productivo del país. Como ya dije en un post anterior, lo público es siempre más eficiente, cuando hace lo que mejor sabe hacer: dotar de servicios a la ciudadanía, ayudando a la promoción social y al bienestar de todos. El problema es determinar que materias cumplen la premisa anterior. Está claro que garantizar educación y sanidad para todos sí y producir calcetines no, pero ¿Y el negocio bancario, y la producción de acero o de coches?
En 1974, con el tirano a punto de dejarnos en paz, el PIB español (la cantidad de bienes y servicios que produce la sociedad en un año) era de 15.800 millones de euros de la época, al cambio se entiende. Para que nos hagamos una idea, el actual supera el billón de euros. De esa cantidad, el Estado central manejaba el 24%. Es decir, el gobierno gastaba 1 de cada cuatro pesetas de la riqueza total para pagar educación, pensiones, sanidad, ejército (en aquel año el 10% del presupuesto total); pero también en subvencionar a las muchas empresas públicas que estaban en manos del Estado a través de INI (el Instituto Nacional de Industria).
El régimen de Franco era tremendamente caótico en prácticamente todo, pero especialmente en materia fiscal. Existía una gran variedad de impuestos directos e indirectos, y lo que hoy conocemos como impuesto de la renta, apenas suponía el 1,3% de lo recaudado.
Era pues un régimen tremendamente intervencionista en lo económico (todavía más en lo social) y muy endeble y reducido en lo que a gasto público se refiere, esto último motivado por la ausencia de una política de impuestos seria y rigurosa.
Hoy en día la mayor parte de los países europeos apenas participan en el tejido productivo de sus países. Algunos conservan pequeños porcentajes de participación en antiguas empresas públicas privatizadas, como ENEL en Italia; pero la tendencia global es a desprenderse de estas participaciones. ¿Está motivando esto que el Estado en Europa sea más reducido?
En el gráfico siguiente se muestra que porcentaje del PIB controlaban los diferentes estados europeos en 1999, en azul, y en 2009, en rojo. El número que aparece es el correspondiente a este último año.
                                                                                 Fuente: Eurostat y elaboración propia

Como vemos, en casi todos los países los procesos de privatizaciones de empresas públicas no han mermado el peso del Estado en la economía, antes al contrario, en casi todos ellos éste ha aumentado. La razón fundamental de esto es que el estado ha pasado de ser empresario e ingresar los beneficios de sus empresas rentables (y costear las pérdidas de las que no), a ingresar de todas, pero ahora vía impuestos. Para comprender la magnitud de esto veamos un ejemplo. En 1974, Telefónica de España, empresa entonces pública, ingresaba al Estado en concepto de canon por llamadas, el  0,08% del PIB. Hoy, esta misma empresa, ya privatizada, aporta sólo en concepto de impuesto de sociedades casi 5 veces más: el 0,38% del PIB, 3829 millones de euros.
Creo que el Estado no debe estar dentro del tejido productivo de un país, como en parte planteaba el chico del que hablaba al principio. Pero, sobre todo, no puede estar al margen de su vida económica, como plantean los apóstoles de la libertad económica (que básicamente se traduce en libertad para explotar al vecino). El estado debe regular el mercado, vigilar que no se cometan excesos (y aquí hay mucho, pero que mucho por hacer), detraer los recursos suficientes para mantener y aumentar el Estado del Bienestar, y siempre ser la primera y única autoridad de un país.

1 comentario:

  1. El problema viene cuando una parte del Estado intenta regular el mercado para que no se cometan excesos, pero una de "sus partes" (comunidades) sigue funcionando como una parte independiente. Últimamente estoy oyendo mucho comentar que el problema lo acrecenta el sistema de las autonomías y ahora empiezo a pensar que "va a ser eso..."...
    Gracias por tus aclaraciones tan interesantes¡¡

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