Empiezo una serie de post sobre la implantación de
conciertos educativos en Bachillerato y FP en la Región de Murcia.
Mi propósito hoy es valorar el impacto que tendrá esta
medida en la pérdida de puestos de trabajo dentro de la enseñanza pública tras
la concertación del Bachillerato.
Como siempre, hacer futuribles es muy complicado, y
más si tenemos en cuenta que el número final de alumnos que acabarán cursando
primero de bachillerato el curso próximo en un concertado depende de las decisiones tomadas por miles de familia, guiadas por criterios
prácticos (cercanía al centro, cuotas a satisfacer…) y otros menos tangibles
(prestigio del centro, posicionamiento en el conflicto público-privado…). Por
tanto, no se pueden tomar como definitivas e inamovibles las cifras con las que
concluiré este post.
La tabla siguiente muestra el número de alumnos que en el
curso 2015/2016 había matriculados en ESO y Bachillerato, tanto en centros
públicos como privados. Completan la tabla unas columnas que indican la
proporción que existe entre alumnos de ambas enseñanzas.
Fuente: https://www.educacion.gob.es/educabase/
Como podemos ver, la relación de 7,387 para la Región de
Murcia hace que seamos la Comunidad donde mayor es la proporción entre un
tipo de alumnado y otro. Las razones son tres: el alto fracaso escolar de la
Región, el bajo índice de población con estudios postobligatorios y el trasvase
de alumnos desde centros concertados a centros públicos tras finalizar 4º de
ESO.
Concretar cuál es el efecto de cada una de las variables
señaladas, o de otras no citadas, es sumamente complejo. Por fortuna tenemos el
caso de la Comunidad Valenciana que comparte con Murcia, junto a la vecindad,
datos similares de renta y fracaso escolar, además de ser una región que, en el
curso analizado 2015/2016, tenía el Bachillerato concertado.
Esto nos lleva a plantear que para el curso 2018/2019, ya
con los dos cursos en funcionamiento, podríamos tener una proporción
ESO/Bachillerato en el entorno de 4,1. Esto, y asumiendo una cantidad similar
de alumnado, nos llevaría a una cifra de 5100 alumnos en el nuevo bachillerato
concertado, aumentando en 2270 con respecto a las cifras actuales.
Partiendo de que un grupo de bachillerato puede tener de
media unos 28 alumnos, los 2270 nuevos estudiantes generarían en torno a 81 unidades
que serán detraídas de la enseñanza pública. Cada grupo de Bachillerato necesita
unas 40 horas lectivas (de nuevo esto es una media), así que multiplicando 81
por 40 obtenemos 3240 horas lectivas que perderá la enseñanza pública regional,
que, a razón de 20 horas por profesor, hacen un total de 162 docentes menos en los institutos públicos de nuestra comunidad
en septiembre de 2018.
Recordemos que únicamente se ha hablado de Bachillerato, no
se cuantifica aquí el efecto que podría tener en la Formación Profesional
No hay comentarios:
Publicar un comentario